Debajo, la carta falaz y maliciosa que presentó Diego Kogutek, cuando pensó que podría salvarse de la condena pública por su cobarde agresión a un ahorrista
«Conectado 14 de Diciembre de 2014
Tribunal de Honor CISSAB
Ref. Pedido de Tribunal de Honor
Pedido de LicenciaEl día Sábado 6 de diciembre en Cissab, siendo las 18hs. yo había ido a retirar a mi hijo Thiago de 5 años de edad y a mi sobrina Nahila de 3 años de edad a las actividades grupales junto con mi hermano y mi cuñada. Cuando recibo un llamado de mi mujer Nurith, quien estaba festejando en mi casa el cumpleaños de mi hija Micaela diciéndome muy atemorizada que se presentó el Sr. Copsel en mi lote 61 junto con otro señor y una mujer, todos vestidos de jean y camisa (habiendo 38 grados de calor) de muy mala manera, amenazante pidiendo verme. Al contestar ella que yo no estaba, le exigieron que facilite mi número de celular, ella se lo dio, y mientras marcaba mi número telefónico, el sr. Copsel manifestaba todo tipo de palabras amenazantes y atemorizadoras hacia nuestra integridad física.
Al enterarme de esto, inmediatamente intento llamar a Eric Pertzov, Director de Seguridad, mientras avanzo junto con mi hijo de 5 años de la mano hacia mi moto para dirigirme rápidamente a mi domicilio, cuando aparecen de frente corriendo estas tres personas, con actitud mafiosa y agresiva, gritándome todo tipo de amenazas e injurias y acercándose hacia mi, uno me toma del cuello y otro atina a golpearme, suelto a mi hijo quien corre asustado a resguardarse detrás de la moto y mi hermano se abalanza sobre el agresor tirándolo al suelo y yo sobre él. En este momento, varios socios vienen a separarnos increpándome a mí por ser partícipe de esta pelea siendo miembro de Comisión Directiva, obviamente no habiendo visto la escena completa y que mi participación fue pura y legítimamente defensiva.
Resultado de esta criminal, patotera y mafiosa actitud que sufrí en mi día de descanso en el club, la cual me dejó con varios traumatismos en piernas, brazos y cuello. Aun me cuesta respirar por la lesión interna en mis vías respiratorias a raíz del estrangulamiento, sufro un fuerte dolor de cuello, hombros y espalda y tuve varios días totalmente adormecido el lado derecho de mi cuerpo. Sumado que desde el episodio no duermo bien de noche ni siquiera con los ansiolíticos recetados, tampoco lo hace mi hijo Thiago quien inocentemente tuvo que vivir este salvaje episodio con sus cortos cinco años de vida, y está sufriendo otras graves secuelas psicológicas que no tiene sentido nombrar, hice la denuncia penal correspondiente.
Quiero destacar que no alcanzo a comprender el motivo por el cual el Sr. Copsel y quienes le acompañaban, procedieron en la forma que lo hicieron, cuando el viernes 5 de Diciembre de 2014, su supuesto yerno Javier Basevich había cerrado verbalmente de plena y reciproca conformidad un acuerdo integral con mi letrado el Dr. Daniel Judkevitch que pondría fin a un diferendo comercial que mantenemos.
Indudablemente el Sr. Basevich, quien ni siquiera es socio de la Institución y dicho día no venía a Cissab específicamente a disfrutar de un fin de semana, con su supuesto suegro y la señorita que lo acompañaba procedieron en la forma en que lo hicieron, con el claro objeto de difamarme en público, afectando mi trabajo, buen nombre y honor y extorsionarme aún más en el afán de obtener a través del escándalo público que escenificaron, un rédito ilícito e indebido que agravara todavía más el enorme perjuicio que este sujeto ya me ha ocasionado.
Por todo lo detallado, sin perjuicio de las acciones judiciales que me estoy viendo obligado a promover por estos aciagos, hechos que mansillaron gratuita y gravemente mi buen nombre y honor y habiéndome enterado que el Sr. Copsel es socio de la institución pido que se conforme el Tribunal de Honor para sancionar al susodicho por el claro delito de agresión desmesurada. Y reevalúen, y corrijan las graves falencias de seguridad y garantías que sufrimos los socios en Cissab con este tipo de gente circulando libremente por nuestra Institución.
Para garantizar la imparcialidad y transparencia del proceso considero correcto pedir una licencia en mi cargo de Secretario General de Cissab hasta cuando el Tribunal se expida y considere. Retomaré en ese momento mis tareas dirigenciales.
Al no haber recibido ni siquiera un llamado por parte de nuestro Presidente, compañero de gestión por ocho años, y a quien consideraba además un muy buen amigo. Sumado a las advertencias que me hicieron miembros de Comisión Directiva sobre la peligrosidad y amenaza que late en mi, e integrantes de mi familia por parte de la familia Copsel, a quienes no se les dictaminó ninguna restricción por los hechos ocurridos y posibles, y tomando en cuenta que ni la Comisión Directiva ni el Director Ejecutivo pudieron garantizarme nuestra integridad física para los próximos fines de semana, estamos considerando seriamente cuales medidas concretas y legales tomar hacia cada uno de los implicados, por acción u omisión de poder resguardarnos. Sin perjuicio de los resarcimientos que vamos a reclamar por los graves daños y perjuicios sufridos.
Agradezco los innumerables llamados y mails de apoyo por parte de socios, Director Ejecutivo y algunos miembros de Comisión de Directiva. Atte. «